El primer ministro griego, Alexis Tsipras, consiguió el apoyo del Parlamento en una cuestión de confianza solicitada por él tras romperse la coalición con los nacionalistas, a raíz de desavenencias sobre el acuerdo alcanzado con la vecina Macedonia sobre el nombre del país.

"El Gobierno pide un voto de confianza para continuar sus esfuerzos. Queremos una mayor reducción del desempleo, aumentar el salario mínimo, completar la reforma de la Constitución. Este es el trabajo que tenemos por delante", dijo Tsipras al cerrar el debate y tras recalcar que el propósito de esta solicitud era contar con el respaldo absoluto de los diputados para continuar esta labor.

La votación se saldó con 151 votos a favor del Gobierno liderado por Tsipras, tras dos días de debate en el que el líder del partido izquierdista Syriza defendió el acuerdo de Atenas y Skopje como estabilizador de la región y subrayó la necesidad de completar su mandato para impulsar la agenda social tras la salida de los programas de ayuda financiera.

"Con el acuerdo de Prespa (nombre del lago donde se firmó el documento para rebautizar Macedonia), todos asumiremos nuestras responsabilidades frente a la historia", añadió Tsipras.

Tsipras consiguió asegurar esos 151 apoyos gracias a los 145 diputados de Syriza y 6 de diversos grupos, expulsados de sus partidos. El último fue el diputado Spyros Danellis, apartado del centrista To Potami, quien siguió a la titular de Turismo, Elena Kuntura, y al viceministro de Desarrollo Rural, Vasilis Kokkalis, expulsados de los nacionalistas Griegos Independientes (Anel) por no renunciar a su cartera.