El Gobierno es contundente en su petición: "Que no se produzca un derramamiento de sangre", insistía Isabel Celáa, que aseguraba que siguen manteniendo el apoyo a Juan Guaidó, pero plantean líneas rojas: "La solución pasa por un movimiento pacífico, de elecciones democráticas. España no respalda ningún golpe militar".

Josep Borrell lamenta lo que ha definido como "el peor escenario": "Esta circunstancia esperemos que no degenere un enfrfentamiento armado de partes del ejército, entre unos y otros, aunque las noticias que llegan no son favorables a esto".

Pablo Casado aplaude la liberación de Leopoldo López y el respaldo del Ejecutivo a Guaidó: "La democracia tiene que ser irreversible, y creo que es acertada la posición del Gobierno de España".

Un posición compartida por Albert Rivera en su Twitter: "Es una gran noticia la liberación por militares leales a la Constitución del opositor Leopoldo López. Una vez más, mi apoyo al presidente Juan Guaidó y a todos los valientes que luchan por la libertad en Venezuela".

De forma muy diferente se ha expresado Alberto Garzón, que habla directamente de "golpe de Estado": "La derecha golpista venezolana vuelve a intentar ganar el Gobierno con las armas, otra vez llamando a los militares a combatir a su propio pueblo. Nuestro firme compromiso está con la paz, el diálogo y contra el golpe de Estado", ha asegurado en Twitter.

Esta tarde un grupo de venezolanos afín a Guaidó se han concentrado frente al consulado en Madrid. Al grito de 'si se puede' denuncian, dicen, el hartazgo de una parte de la sociedad ante las políticas del Gobierno de Maduro.