Tres personas han muerto y cuatro permanecen desaparecidas por los 70 incendios forestales que se registran en el este de Australia, según han informado fuentes oficiales. Cerca de unas 30 personas han resultado heridas y alrededor de 150 viviendas quedaron destruidas por las llamas, ha apuntado el Servicio de Bomberos de Nueva Gales del Sur, sureste de Australia, cuya capital de estado es Sidney.

A pesar del esfuerzo de los 1300 bomberos que trabajan en la extinción del fuego, ya se han quemado 575.000 hectáreas de terreno. Además este incendio sin precedentes, según los expertos, ha causado ya la muerte de 350 koalas.

Las víctimas mortales fueron halladas cerca de la población de Glen Innes, a unos 550 kilómetros al norte de Sidney, unas de ellas en el interior de un vehículo. El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha manifestado en una conferencia de prensa televisada por los medios locales que temen que el número de muertos sea mayor.

"Estos incendios ya se han cobrado dos vidas (...) El acceso a algunas áreas permanece cortado (por las llamas) por lo que tememos que lleguen malas noticias", ha declarado el mandatario. Esta situación extrema, que ocurre al inicio de la temporada de incendios en Australia, se concentra, por tercer día consecutivo, en el estado oriental de Nueva Gales del Sur, en donde se registran unos 70 incendios forestales.

El comisionado del Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, dijo a la prensa que "hay muchas áreas fuertemente impactadas por los incendios a los que no hemos podido enviar a nuestro personal para hacer la evaluación preliminar". El incendio de Kangawalla, cerca a Glen Innes, como otros cinco de alta peligrosidad se concentran a unos 150 kilómetros a la redonda de la turística ciudad costera de Port Macquarie.