Al menos 21 personas han muerto y cinco han resultado heridas, tres de ellas en estado crítico, debido a una explosión ocurrida en una central eléctrica en la ciudad de Dangyang, situada en la provincia central china de Hebei.

El suceso se ha producido cuando una tubería de vapor de alta presión ha explotado en la central eléctrica Madian Gangue Power Generation, localizada en Dangyang. Los heridos han sido trasladados inmediatamente al hospital y los trabajos de rescate continúan.

La cadena de televisión estatal CCTV ha informado de que la deflagración ha tenido lugar en una planta química, un dato que se contradice con el de otros medios.

Aunque este tipo de tragedias son habituales en China, ésta recuerda a la sucedida en una terminal de contenedores de Tianjin en el norte del país, el pasado año. Las detonaciones fueron causadas por la combustión de materiales peligrosos almacenados de forma "inadecuada o ilegal", y causaron al menos 165 muertos y más de 700 heridos, aunque estas cifras todavía oscilan.

La tragedia reavivó las críticas al Gobierno chino por las laxas medidas de seguridad en su sector industrial, donde los accidentes son frecuentes y en ocasiones las autoridades permiten a las empresas infringir normativas a cambio de beneficios.