Naciones Unidas ha estimado que al menos 3.545 civiles afganos han fallecido y otros 7.457 han resultado heridos como consecuencia de la guerra en el país centroasiático a lo largo de 2015, en lo que se trata de la cifra más alta de víctimas no combatientes desde 2009, el año en que la misión afgana de la ONU comenzó a recabar estos datos, ocho años después del inicio del conflicto.

Estas estimaciones suponen un aumento del 4% respecto del año anterior, según el informe de la UNAMA, que especifica un aumento del 14% en víctimas infantiles. En el caso de las mujeres, el incremento es mayor: un 34% de víctimas más desde 2014.

El documento de la UNAMA señala como responsables a todas las partes del conflicto, tanto favorables al Gobierno afgano, como insurgentes con los talibán a la cabeza.

"El pueblo de Afganistán sigue padeciendo ataques brutales e inmorales que están prohibidos por el Derecho Internacional", ha denunciado el alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad Al Husein. "Está sucediendo con una impunidad casi total", ha lamentado.