El fin de la URSS ha sido la gran crítica de los detractores dentro de Rusia de Mijaíl Gorbachov, fallecido este martes a los 91 años. Entre esos críticos se encuentra el actual propio Vladímir Putin, para quien "el resquebrajamiento de la Unión Soviética fue una catástrofe geopolítica".

El actual presidente ruso incluso insultó a Gorbachov para reprochar lo que consideraba una traición a la URSS. "Es un genio. Engañaron al tonto por cuatro duros", llegó a ironizar.

Con la muerte de Gorbachov, a su vez, se va uno de los principales críticos de Putin en Rusia, que incluso pidió su dimisión. Criticó la falta de separación de poderes bajo su mandato, asegurando que no había independencia del parlamento y los tribunales, y la falta de libertad de prensa: "Sin medios libres y responsables, no hay democracia", afirmaba.

Su entorno asegura que Gorbachov estaba muy molesto con el actual mandatario ruso, a quien acusaba de estar arruinando el trabajo de su vida. Y es que sus reformas e incluso los acuerdos nucleares que suscribió han quedado revertidos en los últimos años. Pilar Bonet, periodista y analista, explicaba este miércoles en Al Rojo Vivo que "la relación con Putin era fría" y que "durante un tiempo se vieron, pero después dejaron de verse".

Aunque el exdirigente soviético no hizo declaraciones públicas con respecto a la invasión rusa de Ucrania, le provocó un duro impacto, según Bonet, que explica que "la guerra actual para Gorbachov fue un golpe durísimo".

Tras su fallecimiento, Putin se ha limitado ha emitir un telegrama de condolencias, en el que reconoce a Gorbachov como "un político y un estadista que influyó enormemente en la marcha de la historia mundial". Una fría despedida para una de las figuras más relevantes del siglo XX.