Las instituciones de la Unión Europea, que desde el miércoles por la tarde tratan de ultimar un acuerdo sobre la ley de inteligencia artificial, han pactado ya las normas para regular los modelos fundacionales en los que se basan sistemas como ChatGPT, según fuentes conocedoras de las negociaciones citadas por Efe.
La forma de regular este tipo de sistemas, que han estallado en el último año, ha sido uno de los principales puntos de fricción entre las instituciones comunitarias a la hora de pactar la ley de inteligencia artificial de la UE, una de las primeras normas mundiales sobre esta tecnología. No obstante, quedan aún "muchas cosas" por cerrar, de acuerdo con las fuentes consultadas por la citada agencia.
El Consejo de la UE, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea empezaron este miércoles a las 15:00 horas la reunión para tratar de pactar la normativa y se dieron de margen hasta este jueves a las 08:00 horas para cerrar el acuerdo. Sin embargo, este jueves por la mañana han decidido continuar las negociaciones durante más tiempo.
El otro gran punto de fricción en las negociaciones son las excepciones en la normativa para permitir la vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos. Los gobiernos europeos quieren que se pueda utilizar para evitar delitos como el terrorismo, el abuso sexual o la protección de infraestructuras críticas, siempre con previa autorización judicial.
Más Noticias
- Israel invade Líbano, última hora | Biden insiste a Netanyahu sobre la "urgente necesidad" de alcanzar un acuerdo con Hamás
- Guerra Ucrania - Rusia, en directo | Zelenski afirma que cuenta con el respaldo de Occidente para acabar con la guerra en 2025
- Huida masiva por "una cuestión de vida o muerte": el huracán Milton acecha en las costas de Florida donde el mar ya se traga la tierra
- Uno de los expertos que analiza los videos de los acusados con Gisèle Pelicot: "No hay duda, son violaciones"
- El equipo de campaña de Donald Trump fracasa al intentar boicotear el estreno de una película sobre su vida
La Eurocámara, en cambio, se opone a su uso porque considera que la vigilancia biométrica viola los derechos fundamentales, aunque el ponente de la norma en el Parlamento Europeo, el socialdemócrata Brando Benifei, se ha abierto a permitirla si existen fuertes garantías para proteger los derechos.