El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, afirmó que "desde hoy Italia comienza a decir 'no' al tráfico de seres humanos" y la inmigración ilegal, en un mensaje en las redes sociales después de que se difundiera la noticia de que Italia no autorizará el desembarco del buque Aquarius con 629 migrantes.

"En el Mediterráneo existen barcos con bandera de Holanda, España, Gibraltar y Gran Bretaña. Hay ONGs alemanas, españolas, y Malta no acoge a nadie, Francia que rechaza en la frontera y España que defiende sus fronteras con las armas, es decir que toda Europa se preocupa de sus intereses", escribió Salvini, líder también de la ultraderechista Liga Norte.

Y agregó: "Desde ahora también Italia empieza a decir 'no' al trafico de seres humanos. 'No' al negocio de la inmigración clandestina. Mi objetivo es garantizar una vida serena a estos chicos de África y a nuestros hijos en Italia".

Su posición contra la inmigración no es nueva, ya en los últimos meses ha mantenido un discurso firme contra las personas que llegan a Italia a través del Mediterráneo en busca de un futuro mejor e incluso recientemente ha afirmado que a los inmigrantes indocumentados "se les ha acabado la buena vida".

Mano dura contra la inmigración y ayudas al empleo para las clases bajas fueron las primeras promesas del nuevo Gobierno de Italia, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga. Salvini aseguró que aplicará mano dura contra la inmigración para acelerar las expulsiones y no votó el documento sobre inmigración que debatió la Unión Europea.

El político italiano llegó a criticar a los inmigrantes que ponen en peligro la vida de sus hijos al cruzar el Mediterráneo al afirmar: "No metería nunca a mi hija en una barca que puede hundirse".

El líder de la xenófoba Liga respondió así a una pregunta sobre la desesperación de algunas personas que se embarcan para escapar de la situación de sus países. "El drama es que viajan en lanchas ya deshinchadas o en barcas de madera en pésimas condiciones sabiendo que se van a hundir y esperando que alguna ONG les recupere a tiempo y si no pues llega la masacre", aseveró. "Me pregunto cómo un padre o una madre puede poner en riesgo la vida de su hijo esperando que funcione el sistema", añadió.

Salvini defiende la política de expulsión de inmigrantes recogida en el programa de gobierno y ha argumentado que con la misma "se salvan vidas" al prevenir naufragios. "Con los inmigrantes no tenemos una línea dura, sino de sentido común. Las expulsiones salvan vidas", ha afirmado durante un acto de campaña para las elecciones municipales celebrado en Catania y recogido por el diario 'Corriere della Sera'.

"Basta de una Sicilia convertida en el campo de refugiados de Europa. No nos quedaremos sin hacer nada mientras siguen los desembarcos y desembarcos y desembarcos. Necesitamos centros para expulsiones", ha argumentado.