Trump podría estar más cerca del 'impeachment'. Las acusaciones de su abogado, el hombre que ha estado junto a él los últimos diez años, han impulsado una nueva investigación de los demócratas por abuso de poder: es la mayor investigación abierta contra Trump, que además pone el foco sobre su familia.

Tras la apertura de la investigación, el presidente estadounidense ha respondido que él "coopera todo el tiempo con todo el mundo", pero califica la investigación como "una farsa política", y acalla a los periodistas: "Amigos, a comer".

Trump ha evitado dar más respuestas, aunque hasta 81 entidades y personas cercanas a él tendrán que hacerlo, incluida la Asociación Nacional del Rifle, que deberá remitir documentos al comité judicial de la cámara de representantes Cambridge Analytica.

Los demócratas pretende demostrar hasta tres cargos imputables al presidente. El primero es el de obstrucción a la justicia: Trump ha despedido exdirector del FBI James Comey y al Fiscal General por investigar su supuesta confabulación con Rusia para proclamarse presidente, algo que en numerosas ocasiones ha calificado como una "caza de brujas".

Según su exabogado, el presidente estaría directamente implicado en varios delitos, tanto como candidato presidencial como inquilino de la Casa Blanca, por lo que le acusa de abuso de poder: "Él no tenía ninguna intención de liderar al país, solo quería promocionarse a sí mismo y construir dinero y poder".

La investigación también pone el foco en la corrupción. Sus hijos y en su yerno, Jared Kuchner, a quienes pedirán colaboración y documentación son el principal foco en este cargo. Por ejemplo sobre la fundación Trump, que recaudó hasta 2,8 millones de dólares "sin ánimo de lucro", aunque posteriormente el dinero se usó para promocionar su campaña.

De los resultados de la investigación podría depender el apoyo a un 'impeachment' que acabe con su presidencia.