Los abogados del expresidente de Estados Unidos Donald Trump han intentado rebajar este miércoles los ataques lanzados por el exmandatario tras escucharlos cargos que le ha imputado el juez en Nueva York. Trump no solo se hizo la víctima, sino que convirtió sus declaraciones en todo un mitin de campaña. Además, ha lanzado un mensaje claro: él es una víctima y el juez Juan Merchán no es imparcial porque le "odia". "Tengo un juez que odia a Trump con una esposa y una familia que odian a Trump", señaló.

Y unas horas después, al abogado del expresidente no le ha quedado otra que salir a apagar este fuego. El letrado Joe Tacopina ha asegurado en la cadena NBC que "no es un ataque al juez ni a su familia": "Nadie está sugiriendo que algo debería pasarle al juez o a su familia". Una familia a la que ha señalado directamente su hijo Donald Trump Junior en redes sociales, colgando una foto de la hija del juez. La acusan de haber colaborado en la campaña Biden-Harris.

El propio Donald Junior estuvo en la comparecencia arropando a su padre, junto a 400 invitados más en Mar-a-Lago. Entre las ausencias sonadas, las de su hija Ivanka, a la que sí mencionó, y también la de su esposa Melania Trump. Pero no dedicó su comparecencia a exponer su defensa del 'caso Stormy Daniels'. Ha sido un mitin político de precampaña. "El único delito que he cometido ha sido defender enérgicamente a nuestra nación de quienes pretenden destruirla", ha expresado Trump.

Durante 25 minutos, Trump no dejó títere con cabeza, ataques al fiscal, tachándole de "delincuente". También ha cargado contra el actual presidente de EEUU, Joe Biden: "Tenemos a un lunático de la izquierda conocido como lanzador de bombas... Joe Biden". Incluso, Trump se atrevía a prever un apocalipsis señalando que "la administración Biden podría conducir a una tercera guerra mundial". La estrategia del expresidente pasa por presentarse como un mártir y dilatar el proceso judicial lo máximo posible.