Uno a uno, los principales medios de comunicación occidentales han decidido marcharse de Rusia después de las leyes aprobadas este viernes en el parlamento ruso que castigan con penas de cárcel de hasta 15 años por difundir toda aquella información sobre la guerra que el Kremlin no considere cierta.

A esta situación se suma el bloqueo de emisiones a varias cadenas de televisión y el bloqueo a Facebook y Twitter en todo el país. Sin medios de comunicación y sin redes sociales, va a resultar muy complicado ver lo que pasa en Rusia.

Y si los periodistas occidentales se sienten en peligro, mucho más los rusos. En el vídeo vemos el momento en el que los periodistas de la última televisión independiente que operaba en Rusia anunciaban que dejaban de trabajar.

Sin tener que aplicarse, las nuevas leyes rusas ya han conseguido su objetivo: levantar un nuevo telón entre Rusia y el resto del mundo.