Ante la desesperación de miles de afganos que ven cómo se les acaba el tiempo —el próximo día 31 EEUU abandonará el aeropuerto de Kabul y, con su salida, terminarán las evacuaciones—, ya hay quien está haciendo negocio para sacar rédito de la crisis humanitaria.

Concretamente, según publica el diario Wall Street Journal, un conocido empresario estadounidense está ofreciendo billetes de avión a cambio de 6.500 dólares. Su nombre es Erik Prince, fue el fundador de Blackwater, una importante organización paramilitar de mercenarios, y su "servicio" ahora ofrecerá a los afganos el transporte al aeropuerto, donde podrían acceder a alguno de los vehículos que se están fletando.

En este sentido, los talibanes han asegurado que a partir del próximo día 31 todas las evacuaciones tendrán que hacerse con aviones comerciales. Así, han prometido que lo van a permitir siempre y cuando los civiles tengan los visados en regla. Un hecho que habría sido aprovechado por este multimillonario.

Críticas de la Casa Blanca

No obstante, a esta información ya ha respondido la Casa Blanca, que además se muestra tajante con la posibilidad de sacar un beneficio económico del drama que se está viviendo en el aeropuerto de Kabul. Así lo ha expresado Jen Paski, portavoz de la Presidencia, durante una rueda de prensa: "No creo que ningún ser humano con corazón y alma apoyara los esfuerzos para sacar provecho de la agonía y el dolor de las personas mientras intentan salir de un país y temen por sus vidas", sentencia la portavoz.

La cuestión es que el abandono de las fuerzas internacionales de Afganistán ya es inminente. Este miércoles, fuentes del Ministerio de Defensa español informaron de que, con toda seguridad, el Ejército abandonaría el país asiático antes de la retirada de EEUU. Precisamente, hoy Francia ha anunciado que el viernes cesaran las evacuaciones y los últimos viajes los realizarán los militares y el personal galo que se encuentra allí.

Asimismo, el Gobierno de Países Bajos ha anunciado que hoy fletará sus últimos vuelos de evacuación admitiendo que por el "deterioro" de la seguridad, "ya no se puede ayudar" a la gente a acceder al aeropuerto de Kabul y solo podrán subirse a los aviones aquellos que ya estén dentro del aeródromo. Igual que Estados Unidos, piedra angular de las evacuaciones que mandará a sus soldados a casa antes de septiembre.