Aún con el susto en el cuerpo, han pasado la primera noche los vecinos de Arquata del Tronto. En un campamento improvisado descansan como pueden después de haberlo perdido todo. "No sabemos cuánto tiempo más vamos a tener que estar aquí", ha asegurado una de las afectadas.
1.200 personas han dormido esta noche en tiendas, como Arturo, confiesan, con un ojo abierto por las réplicas. Aunque algunos vecinos confiesan que están acostumbrándose a las réplicas.
Protección Civil trabaja en el reparto de suministros, mientras ellos toman el primer café sin dar crédito a lo ocurrido. "He vivido muchos terremotos pero uno como este nunca", afirma Silvano, un residente de Pescara. "Ha sido largo y horroroso", cuenta.
A 30 kilómetros, los vecinos de Amatrice duermen resguardados en un polideportivo. Ahí descansan arropados entre mantas los más vulnerables, personas mayores y niños que han llegado con lo puesto y con algún acompañante.
A pocos metros sobre los campos de fútbol hay más tiendas para otras 350 personas que no tienen dónde ir. "Están entre nerviosos y desesperados porque han perdido todo", cuentan. Aunque algunos de ellos no han querido alejarse de sus casas, han pasado la noche en sus coches para vigilar lo poco que les queda.