Alrededor de 100.000 funcionarios del Reino Unido irán a la huelga el próximo 1 de febrero al deteriorarse las negociaciones sobre sus condiciones laborales y salariales. Tal y como ha anunciado el sindicato de Servicios públicos y comercial, que agrupa al gremio, se tratará del mayor paro laboral que se lleva a cabo en este país en años.

"Durante el pasado mes, cuando miles de miembros del PCS (Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, en español) de varios departamentos fueron a la huelga, el Gobierno indicó que no tenía dinero, pero se las arregló para encontrar millones de libras en gestores y personal militar en un intento fallido de encubrir el trabajo vital de nuestros miembros", ha lamentado el secretario general del PCS, Mark Serwotka.

El líder sindical ha señalado asimismo que ya habían avisado al Ejecutivo de que la tensión "escalaría" si no "escuchaban" sus demandas. Serwotka se reúne este jueves con Jeremy Quinn, ministro de la Oficina del Gabinete y ha señalado que "si pone dinero sobre la mesa, hay una posibilidad de que esta disputa se resuelva". Si no es así, servicios públicos como exámenes de conducir o personal de puertos y aeropuertos se verán afectados por esta huelga.

La noticia se conoce la misma jornada en la que unos 20.000 miembros de los dos principales sindicatos del servicio de ambulancias en Inglaterra y Gales secundan una huelgade 24 horas en demanda de mejora salarial y en protesta por la falta de personal.

Numerosos empleados de distintos sectores -ferroviarios, enfermeros, personal de ambulancias y otros- han ido recientemente a la huelga para exigir alzas salariales para hacer frente al fuerte incremento del coste de la vida en el Reino Unido.

En este contexto, el Gobierno británico introdujo este lunes en el Parlamento un proyecto de ley que le otorga el poder de fijar ciertos niveles de servicios mínimos en caso de medidas de fuerza en servicios esenciales, como la Sanidad.