El Parlamento de Uganda ha aprobado un proyecto de ley que busca castigar con hasta 10 años de cárcel a las personas que se identifiquen como parte de la comunidad LGBTIQ. Para que el proyecto sea introducido en el código penal del país aún debe ser ratificado por el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, que el pasado jueves ya calificó a los homosexuales como "desviaciones de lo normal" y acusó a Occidente de querer imponer esa inclinación sexual en África.

La norma, que fue aprobada la noche del martes tras 6 horas de debates y con los votos a favor del 73 % de los más de 500 diputados del Parlamento ugandés, también propone penas de cinco años de prisión a quienes intenten "promocionar" la "homosexualidad", lo que pondría en peligro a las organizaciones que defienden los derechos de estas personas, según ha advertido Amnistía Internacional. En la actualidad, en Uganda prevalece en su código penal una ley de 1950 -once años antes de que el país obtuviera su independencia del Reino Unido- que penaliza con hasta siete años de cárcel las relaciones carnales entre personas del mismo sexo.

Desde Amnistía Internacional, Olatz Cacho, critica que es una legislación muy represiva que institucionalizará la discriminación, el odio y los prejuicios contra las personas LGTBI. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado su preocupación por la adopción en Uganda de una ley que eleva las penas de cárcel por mantener relaciones homosexuales y se ha dirigido directamente a su presidente. Le ha pedido que no promulgue una reforma que "probablemente es una de las peores de este tipo en el mundo". Para Turk, el visto bueno del Parlamento ugandés a esta reforma es "preocupante", en la medida en que plantea castigar al colectivo LGTBI "simplemente por existir, por ser quienes son". En su opinión, supondría una "carta blanca" para la "violación sistemática" de los Derechos Humanos y alimentaría el odio social.

La Unión Europea también se ha pronunciado el respecto. La portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Nabila Massrali, señaló este miércoles en un comunicado que "la criminalización de la homosexualidad es contraria al Derecho Internacional". Recordó además una de las cláusula de la Carta Africana, que defiende que "toda persona tiene el deber de respetar y considerar a sus semejantes sin discriminación". "La Unión Europea seguirá colaborando con las autoridades y la sociedad civil de Uganda para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual e identidad de género, sean tratadas por igual, con dignidad y respeto", ha zanjado.

Por su parte, Estados Unidos exigió este miércoles al presidente de Uganda que no ratifique el proyecto de ley aprobado. "La ley antihomosexualidad aprobada por el Parlamento de Uganda socava los derechos fundamentales de todos los ugandeses y podría revertir los avances en la lucha contra el VIH/sida", advirtió en Twitter el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.

Foto de archivo del secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken.

Por ello, el líder de la diplomacia estadounidense urgió al Gobierno ugandés a "reconsiderar seriamente la implementación de esta legislación". Además, en una rueda de prensa, John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, avisó de que Uganda podría sufrir "repercusiones económicas" si la ley llega a entrar en vigor.