Lo peor ya ha pasado. Tras una ola de calor histórica que dejaba avisos rojos seis días seguidos en España, de martes a domingo, ahora las temperaturas van a bajar. Arranca así una semana que será calurosa, con temperaturas por encima de lo normal, pero no con calor extremo, y que coincide además con el puente de agosto.

La ola de calor, que comenzó el lunes y concluía el viernes en la Península, dejaba su registro más alto en Valencia, que el jueves alcanzó los 46,8 grados. Nunca antes había hecho tanto calor allí, donde no solo se batió el récord absoluto anterior, sino que se pulverizó por más de tres grados con respecto a los 43,4 grados alcanzados en esa misma estación -que recopila datos desde 1966- en julio de 1986.

Canarias, donde la ola de calor llegó más tarde, el jueves, y se alargó hasta el domingo, se lleva el segundo puesto: en Tasarte, en la isla de Gran Canaria, se alcanzó una temperatura máxima de 45,8 grados, pero la mínima fue de 40,2, con lo que allí estuvieron 30 horas sin bajar de los 40 grados, desde la noche del viernes hasta la madrugada del domingo. Este episodio ha sido la primera vez en que seis de las islas del archipiélago han estado en aviso rojo: solo se libró El Hierro, con aviso naranja.

Ahora nos espera una semana seca, en la que solo tendremos algunas lluvias dispersas y algunas tormentas en el extremo norte y este de la Península. De cara al viernes o sábado podría llegar una borrasca, pero solo dejaría lluvias significativas en Galicia y Asturias. Los próximos días estarán, además, marcados por el riesgo extremo de incendios. Asimismo, diremos adiós a la calima.

Este martes, además, concluye la canícula, la época más calurosa del año, y las posibilidades de que se produzcan olas de calor disminuye. No obstante, según el análisis de predicción estacional de la ECMWF, el final del verano y el otoño serán más cálidos de lo habitual, tanto en España como en toda Europa. Además, el otoño podría ser más lluvioso de lo habitual, algo que suele ocurrir cuando se produce el fenómeno de El Niño en el Pacífico.