En Santiago de Compostela solo ha llovido tres días durante el mes de julio. Una situación prácticamente inédita en esta ciudad, que el año pasado registró 43 litros por metro cuadrado y este, tan solo 7. Pero los datos son aún peores cuando nos centramos en las precipitaciones de estos primeros quince días de agosto. Durante la primera quincena del mes no ha caído ni una sola gota. Un árido escenario que ha llevado al Ayuntamiento a reunirse durante la mañana de hoy con Augas de Galicia para decidir si es necesario comenzar a tomar cartas en el asunto. Algunas de las medidas que ya se han tomado incluyen la reducción de riegos y baldeos en las calles municipales, además de una campaña de sensibilización.

Pero la sequía no solo afecta a Compostela, sino que se extiende a toda la comunidad de Galicia. En la localidad de Malpica, el caudal río Vaa está al mínimo, con lo que el agua arrastra más cantidad de materia orgánica y actualmente, no es potable para el consumo humano.

La situación también es especialmente complicada en otras zonas de la España húmeda. En Castilla y León y Cataluña también ha llovido un 75% menos en lo que va de año hidrológico.

Esta comunidad también sufre una sequía inusitada. Tanto es así que cinco consejerías han formado una comisión para tomar medidas ante la falta de agua y varios municipios ya han sufrido cortes en el suministro. El 70% de la población catalana lleva ya 10 meses en prealerta por la situación de sequía.

A nivel nacional, hay más de 300 municipios que sufren restricciones, algunas de ellas muy severas. Este es el caso de Miranda del Castañar (Salamanca), donde solo hay agua de 10 a 15 h. En toda esta provincia y si comparamos con el año pasado, han solicitado el suministro de agua con cisternas un 85% más de localidades.