Las aguas del Ebro comienzan a regresar a su cauce y los municipios ribereños de Navarra, La Rioja y Aragón, incluida Zaragoza, empiezan a dejar atrás la última gran avenida del río, que ha sido "descomunal" pero no histórica, al menos no en toda la cuenca, gracias a la prevención y las limpiezas efectuadas por tramos. Este jueves se dará por cerrado el episodio con la llegada de los máximos caudales a la cola del embalse de Mequinenza.

Hoy los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la DGA, la UME y la Delegación del Gobierno han continuado con sus trabajos coordinados de control del caudal. En menos de 15 días el Ebro ha experimentado dos crecidas, una ordinaria a principios de mes y la que todavía corre aguas abajo camino del embalse de Mequinenza por las intensas lluvias de los últimos días, que han superado los 300 litros por metro cuadrado en la cornisa cantábrica.

En Zaragoza, la avenida del Ebro dejamáximos de 5,52 metros de altura y un caudal de 2.112,97 m3/s (por detrás de los registros de las riadas de 2013 y 2015). Mientras sí se ha superado en Tudela la magnitud de la riada de 2015, aguas abajo el caudal se ha atenuado y el Ebro ha bajado con medio metro menos que entonces, como ha explicado la jefa del CHE, María Luisa Moreno.

Sin lamentar afortunadamente pérdidas personales, los operativos han protagonizado varios rescates y decenas de desalojos, y los daños materiales también son abundantes.

Los bomberos rescataban este martes a varias personas y dos perros del techo de una furgoneta que se había quedado atrapada en el agua por la crecida extraordinaria del Ebro en el barrio rural de Monzalbarba. Además desalojaban diez casas de la urbanización Torre Mejana, que ha afectado a seis personas y también han rescatado a otro perro en el barrio rural de la Venta del Olivar.

Los Bomberos de Zaragoza comenzarán a achicar agua en los próximos días, una vez que la crecida del Ebro deje la ciudad y la situación permita hacer estos trabajos, ha indicado el Ayuntamiento de Zaragoza. Por otro lado, un total de 2.070 hectáreas de la huerta zaragozana han quedado anegadas por el agua, entre Alfocea y Juslibol. Al sureste de la ciudad, desde Movera al límite de Pastriz, el agua de la crecida ha inundado 1.180 hectáreas de cultivos.

Descartan la alerta en el tramo catalán

En su tramo final en Cataluña, Protección Civil y la CHE se muestran tranquilos ya que no esperan crecidas significativas del Ebro, a pesar de que en los últimos días el río haya provocado inundaciones importantes en Castilla-La Mancha, Navarra y Aragón.

La CHE explica que desde hace más de 10 días los embalses de Mequinenza (Zaragoza), Ribarroja (Tarragona) y Flix están evacuando grandes cantidades de agua, por encima de la aportación natural del río, para dejar espacio al caudal que les llegará en unos días y laminar así los picos del caudal agua abajo.

Cuando el agua que este martes anegaba zonas de Aragón llegue a esas tres presas, habrá espacio suficiente, según pronostica la CHE, para que en el tramo catalán del Ebro no haya ninguna crecida de peligrosidad.

Protección Civil también insiste en que, con la anticipación que se ha tenido dejando hueco en el sistema de embalses Mequinenza-Ribarroja-Flix, es muy poco probable que haya subidas del caudal con capacidad de crear situaciones de peligro o daños materiales. Ese cuerpo ha remarcado que, con datos de este martes, no hay previsión de activar ninguna alerta por crecidas en el caudal del Ebro en el tramo catalán.