Tras el verano más caluroso desde que hay registros, marcado por tres olas de calor y récord de temperatura en el Mediterráneo, el otoño, que arranca este viernes, se prevé más cálido y seco de lo normal en España. Así lo ha avanzado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) durante su rueda de prensa estacional, en la que ha precisado que esta tendencia cálida podría mantenerse también en inverno.

De esta forma, se espera que el otoño sea más cálido de lo normal en toda España, sobre todo en la vertiente Mediterránea y Baleares, y menos lluvioso de lo habitual, especialmente en el cuadrante noroeste peninsular.

Un pronóstico para el próximo trimestre que la vicepresidenta Teresa Ribera ha lamentado, aunque ha comentado que quizá en esta ocasión no juegue en contra "dadas las circunstancias del panorama energético actual". "El cambio climático nos presiona ya, con consecuencias inmediatas, cotidianas y de alto impacto que exigen nuevas medidas de refuerzo de nuestra resiliencia", ha advertido la titular de Transición Ecológica.

Un verano de calor récord

Un otoño que llega, en todo caso, tras un periodo estival extremadamente cálido, el más caluroso y el noveno más seco desde que se tienen registros, de acuerdo con la AEMET. De hecho, ha sido el verano más cálido en 60 años y ha tenido 42 días de ola de calor, con hasta tres de estos episodios -uno de ellos, la ola de calor del 9 al 26 de julio, es la más intensa de todas las registradas en España- y un carácter extremadamente cálido en prácticamente toda la Península.

Los datos, ha advertido la Agencia, constatan además que los veranos son cada vez más cálidos y largos en detrimento del otoño y, especialmente, de la primavera: en concreto, se estima que desde los años 80 se han alargado 10 días cada década. Unas condiciones veraniegas que se han prolongado más allá de los límites naturales de la estación, puesto que el cuatrimestre de mayo a agosto ha sido el más cálido y seco de toda la serie histórica y en septiembre se han seguido batiendo récords.

Además, por primera vez se han registrado veranos más cálidos de lo normal durante ocho años consecutivos, mientras los climas áridos van avanzando en España en detrimento de los climas templados, a un ritmo anual de unos 1.500 kilómetros cuadrados desde mediados del siglo pasado, el equivalente en cinco años a la extensión de la provincia de Málaga.

Además del calor extremo, las precipitaciones han sido escasas este verano, especialmente en junio y julio, dejando apenas 48 litros por metro cuadrado acumulados en todo el país, un 35% menos de lo normal. Así las cosas, España terminaba el verano en situación de sequía meteorológica, sobre todo en el tercio oeste y el interior de la mitad norte peninsular y la AEMET prevé que el año hidrológico, que concluye el próximo 30 de septiembre, termine como el segundo más seco de la serie histórica. No obstante, en los próximos días se esperan abundantes precipitaciones que podrían permitir que el ejercicio cierre incluso como el cuarto más seco.