La prolongada marea baja está causando problemas estos días en Venecia en pleno Carnaval. Allí resulta imposible navegar por algunos canales y muchas góndolas están varadas en el fango, coincidiendo con uno de los periodos más turísticos en la ciudad italiana.

El Centro de Previsiones de las Mareas de Venecia advertía de que la marea se situaría entre los menos 55 y menos 60 centímetros entre el sábado y el martes, los días clave del Carnaval. Aunque este es un fenómeno bastante típico en la laguna a principios de año, en esta ocasión se está prolongando un poco más de lo habitual por una mezcla de factores, entre los que destaca la ausencia de lluvias.

"La sequía anticiclónica con alta presión no hace crecer el agua. Además, las corrientes que vienen del norte impiden el desarrollo de las mareas en el Adriático. El próximo fin de semana, entre otras cosas, también habrá luna llena, en la que las máximas son más altas y las mínimas más bajas", indicaba el pasado viernes el jefe del centro de mareas, Alvise Papa, al 'Corriere della Sera'.

Explicó que, aunque lo habitual es "preocuparse por la llegada de la pleamar, en este caso la atención se apuesta por el fenómeno contrario, motivado precisamente por la mínimo astronómico con un nivel del mar muy por debajo de la media".

Además de deslucir la belleza de la ciudad, esta circunstancia está provocando importantes problemas para la población, pues en muchos puntos es imposible la navegación y, por tanto, también llegar a las casas en caso de emergencia.

"Estamos haciendo frente a las dificultades a una situación ambiental que hace aún más compleja la gestión de las operaciones de rescate en la laguna", ha indicado el responsable del servicio de emergencias de Venecia, Paolo Rosi. "Nuestros operadores a menudo se ven obligados a detener los vehículos a cierta distancia del punto de destino y continuar a pie, en muchos casos con un paciente que hay que llevar en brazos", añadió, sonre un problema que también sufren los bomberos o las fuerzas del orden.

El umbral mínimo de marea, menos 60 centímetros, a partir del cual la navegabilidad deja de ser segura, también se aplica al transporte público, en el que se debe intervenir con un plan de fraccionamiento y desvío de las líneas muy similar al de la marea alta.

Además, decenas de peces muertos han aparecido estos días en los canales, según destacan los medios locales, algo que según algunos expertos podría deberse a las bajas temperaturas y a la marea baja, aunque no todos apoyan esta hipótesis.