Es el impacto el impacto de una roca sobre nuestro satélite. El gran destello lo pudimos ver gracias a la sombra que la Tierra proyectaba en la luna, porque si no, resulta casi imposible de ver. La roca ha generado un cráter de 16 metros porque nuestro satélite no tiene atmósfera.

Una roca similar se ha desintegrado sobre el Mediterráneo. Entró en nuestra atmósfera a más de 72.000 kilómetros por hora y produjo un brillo mucho más intenso que el de la luna llena. Se destruyó por completo a 58 kilómetros de altura.

Un espectáculo fugaz que han registrado varios observatorios de Andalucía y Castilla La Mancha.