El paraguas ha sido imprescindible hasta en el metro de Barcelona, donde se ha podido ver caer el agua por el hueco del ascensor de una de las estaciones de la ciudad condal. Hasta cuatro de ellas han tenido que cerrarse por acumulaciones de agua, además de registrarse numerosas incidencias y retrasos en algunos tramos.

Durante toda la tarde ha llovido de manera torrencial, y a los que han salido a pasear les ha tocado correr. Los pasos de cebra han quedado ocultos bajo el agua generada por el taponamiento de alcantarillas, lo que ha complicado el tráfico en los principales accesos a la ciudad.

Hasta la media noche se espera que se registren entre 80 y 100 litros por metro cuadrado, y no solo por lluvia: el litoral catalán está en aviso por oleaje y viento.

Las rachas han alcanzado los 80 km/h en puntos como Badalona y Girona, donde las olas han alcanzado los nueve metros de altura. Se espera que siga lloviendo en toda Cataluña, aunque la intensidad se reducirá a medida que se alcance la madrugada.