Un equipo de laSexta ha acompañado a un grupo de expertos que estudia cómo plantas y animales viven el final de la actividad de la presa de Artikutza.

Hasta los años 70, el agua de boca de Donostia salía ¡del embalse de Artikutza, pero desde hace tiempo está en desuso y ahora está en pleno proceso de vaciado. Un grupo de investigadores está trabajando para tratar de determinar cómo la desaparición de la presa puede afectar al entorno.

"Se forma un río nuevo, arrastra los sedimentos y podría haber impacto aguas abajo", explica Arturo Elosegi, investigador de la Universidad del País Vasco. "Tomamos muestras para determinar la calidad del agua con la ayuda de oxímetros", apunta Miren Atristain, bióloga

Los investigadores han podido comprobar que en los primeros meses se recupera el cauce natural del río. Se ve una superficie donde antes había sedimentos y cuatro metros de agua. En un par de años, el río tendrá una forma natural.