El agua de Vic se privatizó en 1949. Se hizo una concesión de 99 años, un contrato que hoy sería ilegal. Eudald Rifà, miembro plataforma Aigua és Vida, no entiende “cómo es posible que una gestión de un bien público aun esté en criterios de contratos preconstitucionales”. Ahora, la plataforma Aigua és Vida estudia cómo invalidar este contrato y hacer que la gestión vuelva a manos públicas.

“Los beneficios van a la empresa privada, y el mantenimiento siempre es más pobre”, explica Rifà.  Lamentan que muchos municipios se despreocupan de la gestión del agua y que en manos privadas se vuelve opaca. Además, en muchos casos se incumplen las concesiones. “Muchas empresas de gestión de agua incumplen sus partes del contrato”, afirman desde Aigua és Vida.

Es el caso de Martorell, donde se privatizó la gestión del agua. En cinco años tenían que hacer una serie de inversiones. Este tiempo ha pasado pero no se ha hecho ninguna obra. Desde la oposición, quieren que se cumpla estrictamente con lo pactado o que la empresa Sorea devuelva la gestión al Ayuntamiento.

Adolf Bargués, miembro de ERC del Ayuntamiento de Martorell: “Más que una estafa es un incumplimiento contractual”. El consistorio asegura que es culpa de la Agencia Catalana del Agua porque hace cinco años que tiene que dar el permiso para las inversiones. Por esto, dicen, han aprobado en pleno que Sorea tarde más.

Xavier Fonollosa, teniente de alcalde de Martorell afirma que “en el caso que tengamos la autorización, le hemos prorrogado dos años la posibilidad de hacer la planta de tratamiento de hierro y manganeso. Vic y Martorell son sólo dos ejemplos de gestiones irregulares, puesto que en España el 80% de la gestión del agua está en manos privadas. Un bien público que no vigilamos lo suficiente.