El destino estrella de los españoles este verano está siendo nuestro país: casi un 80% de quienes tienen vacaciones ha decido hacer turismo nacional. A pesar de la quinta ola del coronavirus y del notable aumento de los contagios durante el último mes, el turismo aguanta el embate.

El chiringuito de Cholo, en Matalascañas, Huelva, no ha parado los últimos meses. "El mes de julio nos ha sorprendido gratamente, estamos prácticamente todos los días llenos", explica él.

Los teléfonos no han dejado de sonar en los hoteles de Huelva, que han tenido una buena ocupación y actualmente se encuentran en torno al 80%.

Las perspectivas también son buenas para el turismo rural en julio y agosto. "Las previsiones indican que las reservas están en un 85% para agosto", sostiene Ángel Bandrés, de la asociación turística Valle de Aragón.

Buenas sensaciones en el turismo español, pero según los datos de ObservaTUR, todavía estamos lejos de años anteriores a la pandemia. "La situación es mejor que la del año pasado en cuanto a volumen de negocio, pero todavía se encuentra muy lejos respecto a lo habitual para un destino como España", afirma socio fundador de ReiniciaT y ObservaTUR.

El gasto medio se encuentra en los 566 euros por persona, la cifra más baja de los últimos cuatro años.

Por otro lado, preocupan los movimientos de otros países. Francia y Alemania han desaconsejado viajar a nuestro país y estamos en la lista ámbar de Reino Unido: hay cuarentena obligaría si no hemos recibido las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19. "Por mucho que queramos, el turismo nacional no puede compensarlo. Hay una falta de turistas internacionales, una falta de ingresos que está pesando mucho en todo el sector", añade Marcos Franco.

Por eso, es el turismo nacional el que está salvando la campaña de verano.