El portavoz del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Iñaki Garay ha afirmado que el sobrecoste detectado por el Tribunal de Cuentas en las obras del AVE a Barcelona, un 230% en algunas obras, podría deberse a que en 2008 el Gobierno de entonces "tenía prisa por acabar y cumplir los plazos".

En declaraciones a la Cope, Garay ha recordado que en aquellas fechas hubo "muchos problemas", "socavones" y, en varios tramos, "se venía abajo prácticamente una línea convencional". "Se tiró mucho de obra complementaria y de emergencia", ha detallado, añadiendo que "eso podría justificar" esos sobrecostes que investiga el Tribunal de Cuentas en un informe del año pasado en el que se dice que "se habían saltado muchos procedimientos".

Respecto a la 'Operación Yogui', que investiga una posible malversación de fondos públicos en el tramo Sagrera-Nus de la Trinitat, ha dejado claro que la Fiscalía no ha pedido a la empresa documentación sobre otros tramos del AVE, sólo sobre éste, el año pasado, y no ha vuelto a pedir más información.

Garay ha explicado que la auditoría interna anunciada por la ministra de Fomento, Ana Pastor, consistirá en revisar las obras que están bajo sospecha, en sus aspectos económicos y también en los técnicos, a partir de los informes mensuales, las fotos y los ensayos que se van haciendo durante las obras, y además "se pueden hacer pruebas adicionales" para revisar "de arriba abajo las características de la obra".

El portavoz de Adif ha añadido que los controles de estos contratos públicos "son bastante férreos", porque hay "muchos ojos mirando", supervisores, interventores y asesoría jurídico, pero puede ser posible la malversación, como ahora investiga la Fiscalía, "si hay una puesta en común de intereses" de los implicados.

Así, ha confiado en que terminen las investigaciones y se conozca "la magnitud" del fraude. Y además, ha apostado por que, si existen "resquicios" en el procedimiento que permiten que algún "golfo" se beneficie, "perfeccionar" el procedimiento.