En el Aeropuerto de Mallorca, coger un taxi parece ser una tarea complicada. El número de turistas que visitan Baleares no para de crecer. Buenas noticias para la economía, que, según los ecologistas, pueden ser una amenaza para los recursos naturales de la zona.

"Estamos teniendo problema de abastecimiento de aguas y problemas de saturación", ha señalado la portavoz del grupo de Ornitología Balear, Margalida Ramis. En 2016 se espera que visiten las islas más de 13,5 millones de turistas.

No obstante, para los hoteleros ellos no son el problema. "El tema de la saturación es una falta de acción por parte del Gobierno de Baleares", ha afirmado la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Inmaculada Benito.

En Cádiz, la demanda ha propiciado la afloración de casas prefabricadas por las que los turistas llegan a pagar 200 euros por noche.

Desde el ayuntamiento reconocen que la situación es irregular. "Además de problemas de infraestructuras, está afectando al turismo de calidad", considera Daniel Sánchez, concejal de Ordenación del Territorio de Vejer de la Frontera.

Por su parte, en el mercado de la Boquería de Barcelona, el ayuntamiento quiso cerrar las terrazas para evitar la masificación. "Solo la tienen los locales que cumplen con los requisitos para tener terraza", ha confirmado Gala Pin, concejala del distrito Ciutat Vella.

Los establecimientos siguen abiertos pero consideran que la normativa es demasiado restrictiva. "Aquí cabían seis mesas sin problemas. El negocio es inviable así", opina una restauradora, refiriéndose a su negocio. El turismo, dicen, es lo que ha devuelto la vida a la zona.