La empresa, que en España cuenta con más de 50 tiendas y 1.600 empleados, ha puesto en marcha un proceso para reestructurar su red comercial que contempla el cierre de los locales menos rentables y la renovación del resto para mejorar la experiencia de compra de los usuarios, según han informado fuentes conocedoras del proceso.

La cadena tiene previsto destinar gran parte del préstamo de la bancarrota a seguir comprando productos y financiando sus operaciones, según la misma fuente.

En Estados Unidos cuando una empresa no puede hacer frente a su deuda y pagar a sus acreedores puede presentar una solicitud de protección de bancarrota -similar al concurso de acreedores español-, acogiéndose al capítulo 7 (liquidación) o al capítulo 11.

En su caso, Toys 'R' Us se ha acogido al capítulo 11, en virtud del cual la empresa mantiene, en la mayoría de los casos, el control sobre sus operaciones pero bajo la supervisión judicial.

En la actualidad, la cadena de jugueterías opera unas 1.700 tiendas en todo el mundo y el año pasado generó ingresos por valor de 11.500 millones de dólares.