La venta de ropa se desplomó en marzo el 13,4% respecto al mismo mes del año anterior, según datos del barómetro de Acotex, asociación del comercio textil que atribuye el descenso a la ola de frío y a que este año marzo contó con menos días de venta por Semana Santa (en 2016 se celebró en abril).

En el acumulado de los tres primeros meses, las ventas han caído el 5,7 %, con retrocesos del 3,7 % en enero y del 1,9 % en febrero, meses centrales de las rebajas de invierno. En la caída de marzo, la mayor que se registra desde marzo de 2013, han influido dos factores: las bajas temperaturas y el efecto Semana Santa, ha dicho el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola, quien ha apuntado que estos datos deben hacer reflexionar al sector sobre qué vender y en qué momento venderlo.

Para Zamácola, con los cambios en los hábitos de consumo introducidos por la venta a través de Internet y las actuales condiciones climatológicas, intentar vender a comienzos de año ropa de primavera y verano sin hacer descuentos, porque no se pueden estar haciendo siempre, lleva inevitablemente a una caída "brutal" de las ventas.

El usuario, que ahora dispone de una "oferta brutal" gracias a Internet y que puede comprar desde el móvil, busca "inmediatez", compra las cosas para ponérselas en el momento y no como antes, cuando se aprovisionaba y llenaba el armario de abrigos en agosto por temor a quedarse sin ellos.

En este contexto, ha advertido, no tiene sentido lanzar en enero y febrero la colección de primavera-verano y lo aconsejable sería que las rebajas de invierno se prolongaran hasta marzo, porque, hasta mayo no hace calor.

Lo mismo habría que hacer con las colecciones de invierno, que no deberían llegar a las tiendas en agosto, un mes que siempre ha sido muy cálido. Por ello, ha abogado porque todo el sector textil, desde diseñadores a fabricantes o comercios, revisen la estrategia y se replanteen conjuntamente las fechas con las que trabajan, pues es evidente que el consumidor no está "reaccionando" a lo que ahora le ofrecen.