El neodimio es un elemento químico fundamental para crear imanes permanentes, que son esenciales para los molinos de viento. Sin embargo, hay un problema y es que el neodimio es lo que se considera una materia prima crítica. En este sentido, Santiago Cuesta López, director del Centro Internacional de Materiales Avanzados y Materias Primas de Castilla y León, explica que las materias primas críticas "son aquellas que son muy necesarias para la producción de ciertos bienes importantes".

Y no es la única. En total, hay una lista de 20 componentes fundamentales para coches eléctricos, patinetes y demás materias primas imprescindibles. Yolanda Moratilla, profesora de Tecnología Energética de la Universidad de Comillas, señala que "son materias necesarias para la transición energética". Y en la misma línea, Rodolfo Rieznik, doctor en Economía, subraya que "la transformación que se produce va a demandar mucho este tipo de materias".

Sin embargo, Europa no produce este tipo de materias, principalmente por los controles medioambientales. En su lugar, lo que hace es comprarlas a China, África o Centroamérica, donde "se extraen sin respetar el medioambiente, ni los derechos del trabajador", tal y como denuncia Santiago Cuesta.

La obtención de estas materias primas podrían ser también una de las razones, apuntan los expertos, para la invasión: "Por este motivo Rusia ha invadido, porque Ucrania es una de las reservas europeas más ricas en materias estratégicas", destaca el director del Centro Internacional de Materiales Avanzados y Materias Primas de Castilla y León, quien indica que "justo antes de la guerra", trabajaban "para incluir a Ucrania en esa red de regiones europeas de materias primas estratégicas".

Ahora, según subraya Yolanda Moratilla, "se están creando dos grandes bloques, la UE con EEUU y China con Rusia y países árabes". De esta forma, son ellos quienes tienen el control, mientras que Occidente tiene dependencia. Rodolfo Rieznik afirma al respecto que "el control estratégico siempre ha sido importante porque del control va a depender la producción".

Por este motivo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha propuesto la creación de un club de países para garantizar la obtención de estas materias. Pero, ¿cómo se pueden conseguir? "Hay que invertir en tecnologías altamente sostenibles que permitan la extracción sostenible", defiende Santiago Cuesta.

De ahí que la propuesta europea de crear ese club para que el suministro entre los socios esté garantizado se centre en cuatro ejes: una regulación nueva, inversiones en tecnologías limpias, especialización de los trabajadores y un mercado abierto entre esos socios.