Con esta acción los activistas pretenden denunciar la poca atención de los políticos que "no están haciendo nada" para aprovechar la energía del sol para la producción de electricidad.

Asimismo han señalado la falta del apoyo del Gobierno a las energías renovables, "como demuestran su política energética y la falta de instalaciones solares en los edificios oficiales".

Las pancartas tienen los lemas 'El sol es de todos' y 'No al impuesto al sol', para denunciar que el Gobierno solo aprovecha el 1,25% de su potencial solar, "reflejo del boicot a las renovables y al autoconsumo".

La organización, además, ha entregado más de 100.000 firmas en el Ministerio que dirige Álvaro Nadal, con las que piden el fin del "impuesto al sol" y leyes que defiendan a las personas y el planeta frente a las eléctricas.

Greenpeace desvela que sólo con la instalación de placas solares en el 50% de los tejados de las sedes de los ministerios en España se podrían generar cada año 9,7 gigavatios (GWh) de energía limpia, lo que supondría una reducción de emisiones a la atmósfera, causantes del calentamiento global, de 2.500 toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales.