Siemens Gamesa cerrará su planta de energía eólica en Aoiz (Navarra), donde trabajan 239 personas. La empresa ha anunciado su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo porque, según argumenta, "sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano" hacen "inviable su competitividad para la exportación" .

Así lo ha trasladado la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que justifica el cierre afirmando que la empresa "necesita adaptarse a las condiciones del mercado eólico global, caracterizado por una fuerte competencia y presión de precios que ha deteriorado los márgenes de los fabricantes de aerogeneradores".

La empresa ya anunció recientemente la rescisión de los 70 contratos eventuales que tenía en la factoría de Aoiz y otros tres en la planta de Cuenca, que centran la mayor parte de su actividad en la reparación y el mantenimiento de palas eólicas.

Ahora, Siemens Gamesa pondrá en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un máximo de 239 personas y comenzará las negociaciones con los representantes de los trabajadores en los próximos días.

"Tras analizar durante los últimos meses todas las opciones posibles, hemos llegado a la conclusión de que no hay otra alternativa posible. En las circunstancias actuales, tenemos la obligación de tomar las medidas necesarias para garantizar la viabilidad a largo plazo de esta compañía, así como el empleo de las más de 24.000 personas que trabajan con nosotros en todo el mundo, incluidas cerca de 5.000 en España", ha asegurado el consejero delegado de la división Onshore, Alfonso Faubel.

La compañía asimismo afirma que esta decisión no está directamente relacionada con la crisis del coronavirus, aunque admite que los efectos de la pandemia en las operaciones y la actividad comercial de Siemens Gamesa "han acentuado la necesidad de actuar". En este sentido, registró un impacto directo de 56 millones de euros en su rentabilidad durante el último trimestre.

No obstante, defiende que la revisión que realiza de sus costes y de su presencia industrial "garantiza que la compañía pueda hacer frente a las inversiones necesarias para liderar una transición energética justa y competitiva".

"Profundo malestar" en el Gobierno navarro

Por su parte, el Gobierno de Navarra ha trasladado su "profundo malestar" tras conocer la decisión de Siemens Gamesa y ha indicado que está en contacto con el Ejecutivo central para analizar todas las posibilidades ante esta situación.

La Administración foral asimismo ha señalado que mantendrá los contactos necesarios con la empresa, los representantes de los trabajadores y el Gobierno de España, para trabajar en la búsqueda y definición de las mejores posibilidades de actuación. En concreto, ya se ha establecido contacto al máximo nivel con los Ministerios de Transición Ecológica y de Industria, Comercio y Turismo.

Desde Siemens Gamesa, no obstante, defienden que, pese al cierre de esta planta navarra, la compañía cuenta con una "sólidas raíces" en la Comunidad foral, donde se encuentra su centro mundial de ingeniería para el desarrollo y validación de tecnologías 'onshore'.

"Hemos tomado una decisión muy difícil y somos plenamente conscientes de su impacto en nuestros trabajadores y su comunidad local. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a las personas afectadas", concluye la compañía.