El sector industrial, que durante muchos años ha sido considerado el más estable en la contratacion, se ha contagiado de la precariedad. De esta manera, aumentaron los contratos de menos de dos meses de duración, mientras que antes era de seis meses.

Muchas pymes necesitan más personal en momentos puntuales y, para ello, echan mano de los contratos temporales. Un ejemplo es la empresa de artes gráficas de Alina. "Nuestra plantilla está formada por 23 personas, seis indefinidos y 16 temporales", afirma.

Aseguran que les gustaría aumentar la cifra de indefinidos pero que todavía hay demasiada incertidumbre. La industria, en todas sus vertientes, es la que más ha reducido (en número de días) este tipo de relación laboral con caducidad.

En 2007, cuando comenzó la crisis, eran más de 160 días de media, muy por encima de la construcción, del sector servicios o de la agricultura. Pero en 2015, el total de días de los contratos temporales se ha dividido entre tres.

Los sindicatos critican esa inestabilidad y Agustín Martín, secretario de CCOO Industria, señala que las razones por las que se ha aumentado este tipo de contratos y se haya reducido el tiempo son "la utilización fraudulenta de la contratación en el sector, el impacto que la reforma laboral ha tenido en el sector y la incertidumbre".

Los analistas creen que en 2016 la situación poco va a cambiar y que la temporalidad será una tónica en las relaciones laborales. En 2015, sólo uno de cada diez contratos de las pymes se convirtió en indefinido.