La convalidación de la norma que pretende acabar con el conflicto entre los coches que intermedian Uber o Cabify y los taxistas obtuvo los votos favorables de PSOE, Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, Coalición Canaria, EH Bildu y Nueva Canarias (179 votos en total); la oposición de PP y Cs (han sumado 166 votos) y dos abstenciones.

Posteriormente, la mayoría de la Cámara Baja ha respaldado que el real decreto de VTC sea tramitado como un proyecto de ley para permitir modificaciones, con lo que se abre un nuevo capítulo en el debate normativo taxistas-VTC y presumiblemente aplaza cualquier movilización o acción judicial de los sectores implicados.

Taxi y VTC han señalado que aprovecharán este nuevo episodio de consenso político para que sus reivindicaciones sean incluidas en el texto legal definitivo.

Por ello, tanto las asociaciones más representativas de los taxistas, Antaxi y Fedetaxi, así como el responsable de la patronal de VTC han celebrado el resultado de las votaciones en el Congreso.

Los colectivos de taxistas y de VTC chocan fundamentalmente en si es contrario o no a derecho la expedición de segundas licencias urbanas para los VTC por las comunidades autónomas o los ayuntamientos, que llevaría a efecto la proporción que ahora se incumple de una VTC por cada 30 taxis.

También es motivo de controversia la moratoria de 4 o 6 años que incluye el real decreto para que los VTC puedan seguir operando en las ciudades como hasta ahora, lo que significa una indemnización en especie.