Para Joan Rosell, presidente de la CEOE, sobran en España unos 400.000 funcionarios. ¿La solución que propone? "Sería mejor ponerles un subsidio a que estén en la Administración consumiendo papel, consumiendo teléfono y tratando de crear leyes. Eso tiene un coste tremendo", asegura.

Son las polémicas declaraciones que realizó ayer en un encuentro con periodistas. El clásico estereotipo que ha encendido la mecha. Los trabajadores públicos no ocultan su indignación y hoy Rosell ha querido matizar en ‘Al Rojo Vivo’ esta frase argumentando que es culpa del sistema.

Pero la cosa no quedó ahí. El presidente de la patronal tuvo tiempo para caldear más el ambiente, y negar los casi seis millones de parados que reconoce la Encuesta de Población Activa del INE.

Rosell muestra su desconocimiento sobre la EPA

"No utilicemos más ni el INE ni la EPA. La EPA de los seis millones de parados no es verdad. Es una estadística de 65.000 personas que hacemos desde hace muchísimo tiempo, pero para saber los parados lo mejor es ir al registro".

Con esa afirmación demuestra desconocer el funcionamiento de una encuesta que no se realiza sobre 65.000  personas, como él dice, sino sobre 65.000, es decir, unas 200.000 personas.

Además, niega credibilidad a unos datos que la mayoría de expertos anteponen a los del INEM, menos exactos. Algo que, contradictoriamente, Rosell reconocería poco después: "Hay quienes no tienen intención de trabajar y se apuntan, como los amos y amas de casa cuando en la crisis han visto que hay posibilidad de obtener alguna cosa por estar apuntados".

Pues aún hay más, los jóvenes. Esto es lo que opina sobre los mini-jobs: "Servirán para que los jóvenes trabajen; una, dos, tres horas, las que sean, pero que al menos sepan lo que es trabajar". Parece, con estas palabras, que los jóvenes o son unos vagos, o no lo saben porque simplemente no pueden.