Rosario Marín, una de las mujeres más influyentes de EEUU en la economía mundial, la primera mujer nacida en México que asumió el cargo de Tesorera de los Estados Unidos por el Presidente George Bush en 2001 tras ser alcaldesa y concejala de Huntington Park, ciudad de 85.000 habitantes, ha inaugurado la segunda jornada de MANAGEMENT & BUSINESS SUMMIT, MABS 2018, el evento líder entre directivos y personalidades mundiales organizado por ATRESMEDIA, en una ponencia que ha hablado de ‘La Vida de una emigrante que hizo historia en USA’.

Por cuarto año consecutivo, MABS2018 comenzó ayer, tras el mensaje inaugural del consejero delegado de Atresmedia, Silvio González, y concluirá hoy jueves 24 de mayo, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, tras el éxito conseguido en años anteriores, que congregaron a más de 1.500 asistentes en cada edición. La presentadora de ATRESMEDIA, Mamen Mendizábal (‘Más vale tarde’), ha sido la encargada de conducir hoy también la jornada y de dar la bienvenida a Rosario Marín, que ha contado así su historia de superación y su postura, más que crítica, con la política del presidente de EE.UU., Donald Trump:

“Tengo la grandeza de haber nacido en México y el agradecimiento a Estados Unidos de darme las oportunidades que mi país no pudo darme. Mi historia es la misma que la de todos ustedes. Mi historia es una historia de lucha, esfuerzo, de nunca darse por vencida, independientemente de los retos que se me han presentado den la vida”, ha comenzado.

Marín ha relatado que “yo no quería ir a EE.UU., mis padres me llevaron porque la situación económica era difícil. Mi papá era el único que trabajaba, éramos cinco hijos, tuvimos la fortuna de llegar legalmente a EE.UU. Cuando entré en la High School me hicieron una prueba de cociente de inteligencia, me salió de 27 puntos cuando la media eran 120 y el maestro se rio de mí. Lejos de sentirme mal o la tontita, lo único que pensé es que ese resultado solo demostraba que no sabía inglés. Así que me preparé a fondo en inglés, quería demostrarme a mí misma que eso no me iba a definir. Tres años después, salí entre las 20 estudiantes más sobresalientes de las 460 que nos graduamos ese año”, ha recordado.

“Podría haber ido a cualquier universidad –ha continuado-, pero mi madre me dijo que habían decidido que mi hermano estudiara y yo estuviera en casa trabajando a tiempo completo y estudiara cuando pudiese. No le iba a explicar a mi mamá lo de la igualdad… Me fui por las noches a estudiar, me fui al colegio comunitario de Los Ángeles, el colegio de los pobres, me lo pagué yo. Y luego me fui a la Universidad de los Pobres también”, ha proseguido.

Su vida y su hijo con Síndrome de Down

En una siguiente fase de su vida, Rosario Marín, ha hablado de cuando comenzó a trabajar en un banco “como la asistente de la recepcionista y, seis años después, me iban a nombrar asistente de vicepresidente del banco. Ellos veían que trabajaba la que más, la primera que llegaba y la última que me iba. Y por la noche estudiaba. Por entonces me casé, compré una casa con mi marido e incluso ganaba más dinero que él, pero no era completo, me faltaba el bebé”.