Rodrigo Rato salía de los juzgados de Plaza de Castilla tras siete horas declarando. Sobre lo que le ha dicho no se conoce nada, pero lo que sí se sabe es que el juez mantiene el secreto de sumario. El magistrado no ha adoptado nuevas medidas contra Rato al que ya retiró el pasaporte.

La llegada del exvicepresidente al juzgado ha sido muy tensa. Un preferentista llegaba incluso a darle alguna palmada acusándole de haberle robado 150.000 euros invertidos en preferentes.

Es la tercera vez que Rato acude al juzgado donde se investiga el origen de su fortuna. Más de 27 millones que Rato ocultó a Hacienda y que, según él, siempre declaró.

Junto a él han declarado otras cinco peronas. Entre ellos Domingo Plazas, administrador de Kradonara 2001, empresa considerada el epicentro del entramado, y que recibió cantidades millonarias desde paraísos fiscales. La misma sociedad con la que según el fiscal se habrían hecho más pagos a la sociedad del hotel que Rato tiene en Berlín.

2016 será un año complicado para Rato, que tiene otros dos casos abiertos: las tarjetas black y la salida a bolsa de Bankia. Rodigo Rato está acusado de corrupción entre particulares, delito fiscal y blanqueo de capitales.