Lo ha repetido en incontables ocasiones durante los años en los que ha estado al frente de la oposición: "Un nuevo estatuto de los trabajadores que implique la derogación de la reforma laboral del PP". Este será uno de los principales retos de Pedro Sánchez. Replantear la reforma laboral para acabar con la precariedad, el paro juvenil y la temporalidad.

Otro de los pilares fundamentales serán las pensiones, para las que Sánchez propone la creación de nuevos impuestos para lograr la sostenibilidad del sistema: "Defender unas pensiones dignas y la sostenibilidad del sistema público de pensiones". La apuesta del PSOE ha sido la de ligarlas al IPC y llegar a un consenso en el Pacto de Toledo: "Que paguen más quienes más tienen y que paguen menos quienes menos tienen".

Esta es una de las medidas económicas que propone el partido socialista: elevar el IRPF hasta el 52% a las rentas superiores a 150.000 euros. Además de subir el impuesto al diésel, mejorar la cobertura de parados de larga duración, un ingreso mínimo vital o un salario mínimo de 1.000 euros para 2020: "Y que los sueldos de los trabajadores y trabajadoras de aquí al 2021 aumente una media del 3%".

También se abren nuevos retos en torno a la igualdad. Acabar con la discriminación salarial de género o que los permisos de paternidad sean obligatorios e intransferibles: "Reivindicar lo que es justo, que haya una igualdad salarial entre los hombres y mujeres de este país".

La lucha contra el cambio climático será uno de los estandartes de este nuevo Gobierno. Una de las medidas que podrían llevarse a cabo sería la derogación del famoso impuesto al sol: "Me comprometo a luchar contra la pobreza energética, a derogar el impuesto al sol y a rescatar a las familias propietarias de los huertos solares".

El apagón nuclear, que ya estaba en el programa de Sánchez en 2015, así como un acuerdo por el agua y la energía, son objetivos fundamentales del nuevo ejecutivo: "Proponemos el cierre progresivo de las centrales nucleares al cumplir los 40 años de vida útil". Además Sánchez tendrá el reto de sentar las bases de la nueva financiación autonómica y gestionar las reivindicaciones de cada comunidad.