“Por desgracia, desde el año 2.007 los pacientes se tienen que costear su estancia aquí”, ha señalado Amparo Rodríguez, directora de uno de los centros de atención a personas con Alzheimer en Salamanca. “El coste de la estancia suele oscilar entre los 600 y los 1.500 euros al mes”, ha añadido.

Estas cantidades son desorbitadas para quienes han visto mermadas en más de un 80% las ayudas a la dependencia. “Hace un año recibíamos casi 250 euros en ayudas y ahora 42”, ha manifestado Emiliano, cuya mujer padece Alzheimer.

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Salamanca atiende a 150 personas al día con atención integral, pero desde que llegó la crisis tienen plazas libres. Muchos de sus pacientes han tenido que irse. Por este motivo, el centro pide ayuda urgente para no acabar cerrando y poder seguir velando por una mejor calidad de vida de los pacientes.

Ana es una de las afectadas por estos recortes, ya que tuvo que sacar a su abuela de la residencia porque no podían hacer frente a los gastos. Dolores, su abuela, pasó sus últimos 7 meses de vida rodeada de los suyos pero, según Ana, “no fue nada fácil”. “En casa tú procuras darle las mejores atenciones, que no le falte la alimentación ni el cariño. Pero falta la parte profesional”, ha señalado.