Tras las fanfarrias, las celebraciones y una campaña extenuante, ha llegado el momento de poner negro sobre blanco en Madrid. La Comunidad de Madrid ha comenzado un nuevo ciclo y, con una gran vencedora en los comicios que, a todas luces, gobernará en solitario, la normalidad se abrirá paso y comenzará el nuevo día a día. Y, entre medidas, emergerá el proyecto estrella de Isabel Díaz Ayuso: la rebaja fiscal.

Además de cañas y ex, hay otro aspecto en el que Ayuso no ha dejado de hacer hincapié durante las últimas semanas. En su proyecto aún cabían más bajadas de impuestos, especialmente de aquellos de recaudación autonómica. Porque, según sus propias palabras, “esto va de impuestos y va de libertad”. Y lo certificó en sus primeras palabras tras conocerse su victoria electoral: el objetivo es “bajar impuestos”.

laSexta, de la mano de Gestha -el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda- y de un economista y un experto en derecho tributario, desgranan en qué consiste el plan maestro de la líder del PP: para empezar, de implementarse tal y como se recoge en el programa electoral, no afecta a todos los madrileños. El 25,55%, casualmente los de las rentas más bajas, se queda fuera.

El margen de maniobra del IRPF

En el programa fiscal de Ayuso hay un claro protagonista: el IRPF. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un tributo cedido, que implica que la recaudación se reparte al 50% entre el Estado y las CCAA de régimen común. Por eso, cualquier presidente autonómico tiene margen de maniobra sobre cómo regula y gestiona este gravamen.

"Aunque se baja por igual, no es igual para todos"

Benjamí Anglès, experto en derecho tributario

¿Qué es lo que hace Ayuso, o, mejor dicho, pretende hacer? Su propuesta es reducir los tipos de todos los tramos de ingresos en la misma proporción, medio punto. “La primera conclusión es que, aunque aparentemente se pueda decir que se baja por igual, no es así”, explica a esta cadena Benjamí Anglès, profesor de Derecho Financiero y Tributario de la UOC.

Dado que el mismo porcentaje sobre una mayor cantidad de ingresos, esto significa “que la reducción será mayor cuanto mayor sean las rentas, de modo que se reduce la progresividad si lo comparamos con la situación actual, es decir, los que más ganan pagarán menos”, traduce el experto en legislación impositiva.

25 euros menos al año para las rentas bajas

Según las estimaciones de Gestha sobre esa rebaja fiscal, que incluye al colectivo de no declarantes con rentas del trabajo y considerando que los contribuyentes afectados serían los residentes en Madrid, permaneciendo constante la distribución y rentas totales declaradas en el IRPF 2018 (presentada en junio de 2019), así como las circunstancias personales y familiares, cambiaría la escala de gravamen autonómico de esta manera:

Esto se traduce, en la práctica, en 25 euros de media de menos al año para las rentas bajas y 519 euros para los que ganan más dinero. También que el 6,8% de los madrileños con mayores ingresos, esos 298.840 declarantes, se beneficiarán del 36% del coste de la rebaja

El 9,3% de los declarantes acumula el 36% de la rebaja

Siguiendo las estimaciones que Gestha ha elaborado siguiendo las propuestas detalladas en el programa electoral de la candidata del PP, sólo 935.962 madrileños, poco más del 29% de los declarantes, consignan bases liquidables general por encima de 33.007,2 €. Y serán estas personas las que acumularán el 60,7% del coste total estimado de la rebaja fiscal.

El 29% acumula el 60% del coste total de esta rebaja

De ellos, menos de 300.000 personas, el 9,3% de los declarantes, consignan bases liquidables general mayores a 53.407,2 €, y acumulan casi el 36% de la rebaja fiscal. Serían los más favorecidos.

En el otro extremo, 1.263.023 declarantes madrileños, el 39,34%, tienen bases liquidables general por debajo de 17.707,2 €, las cuales se beneficiarán de algo menos del 11% del coste total estimado de la rebaja fiscal. Serían los menos favorecidos.

Además, existen otros 1.160.444 madrileños cuyos salarios, pensiones o prestaciones por desempleo son su única renta, y al ser de importes tan bajos no les determina la obligación de declarar. A ellos no les beneficia en nada la rebaja fiscal.

Madrid dejará de recaudar 431 millones

“Esta rebaja supone en su cómputo total, según el cálculo de los técnicos de Hacienda, que la Comunidad de Madrid dejará de recaudar por este impuesto casi 431 millones de euros menos al año”, explica el profesor Anglès.

De esos millones, se corresponde el 35,99% de esa cantidad de ahorro al 9,31% de las rentas más altas (más de 155 millones de euros), mientras que el 11% -5%+5,97%- del ahorro correspondería al 39% de rentas bajas (algo más de 47 millones de euros)”.

Esta rebaja implica la bajada de gasto público o el aumento de la deuda

Además, si esta pérdida de ingresos “no se suple con otros ingresos, implica la necesaria reducción del gasto público o el aumento de la deuda pública de la comunidad”, ahonda el docente de la Universitat Oberta de Catalunya.

Mayor rebaja para jóvenes

No es la única propuesta del programa fiscal de Ayuso. Hay otros arreglos en impuestos que también se verán alterados y beneficiarán a grupos muy concretos. Por ejemplo, los jóvenes madrileños que vivan de alquiler. La presidenta ha anunciado que este colectivo podrá deducirse en el IRPF hasta un máximo de 1.200 euros, un 20% más del límite actual.

“Es una deducción que beneficia sobre todo a los jóvenes de rentas bajas y medias, que son los que prácticamente sólo pueden alquilar. Han sido expulsados del mercado hipotecario por los ERTE y no pueden elegir entre comprar o alquilar, solo pueden alquilar”, comenta en conversación con laSexta el economista y profesor de OBS Business School Albert Guivernau.

A sus ojos, es positivo. “El hecho de que haya un máximo hace que sea redistributivo, suponiendo un mayor ahorro porcentual para aquellas personas con menor renta”, resalta. “El ahorro diferencial acumulado de esta medida para muchos jóvenes será de 200€ más, que se suman a los 1.000€ que ya podían deducirse”.

Otra de las propuestas de Ayuso es que los madrileños hasta los 30 años se puedan deducir de la cuota íntegra del IRPF el 25 % de los intereses de la hipoteca para adquirir su vivienda habitual, hasta un máximo de 1.000 € anuales. Algo que es “muy importante en los primeros años de hipoteca, que es cuando más intereses se pagan”, comenta Guivernau.

“Del importe final que les tocaría pagar se pueden deducir el 25% de los intereses de la hipoteca, hasta un máximo de 1.000€ anuales. Estos primeros años, que coinciden generalmente con las edades propuestas, es cuando más intereses se pagan porque a medida que avanza la hipoteca se devuelve mayor porcentaje de capital, pero los primeros años sobre todo son intereses”.

Beneficios para accionistas y empresarios

No es lo único que Ayuso cambiará del IRPF. También se incrementará del 30 al 40% el porcentaje de deducción en este impuesto de la inversión realizada en adquisición de acciones y participaciones de entidades de nueva creación que creen empleo indefinido, y se eleva el importe máximo a deducir de 6.000 a 9.000 euros anuales.

El experto de la UOC lo traduce: alguien que invierta 20.000 euros en una empresa de nueva creación que cree empleo indefinido (contratos indefinidos) se podrá deducir el 40%, es decir 8.000€. Antes se hubiera deducido 6.000€.