Observar la iluminación de la tierra desde el espacio no sólo es un bello espectáculo. También sirve, según un reciente estudio, para medir el desarrollo económico de un país. Así, comparando la iluminación de la India en 1994 y en 2010, científicos norteamericanos aseguran que el notable aumento lumínico se corresponde con que el PIB indio se ha duplicado en este periodo.

En África, el estancamiento de la iluminación podría reflejar su estancamiento económico. Pero, según algunos expertos, riqueza interna de un país no es igual a iluminación.

El mejor ejemplo lo encontramos en España. Según un estudio de la Universidad Complutense tanta iluminación puede ser por un malgasto energético y no por la riqueza real. “Si fuese así, España que es el país que más iluminación manda al espacio sería es país más rico de Europa cosa que, evidentemente, no es así” afirma Alejandro Sánchez, Investigador del departamento de Astrofísica de la UCM.

Tampoco Madrid es una ciudad más rica que Berlín. Pero la iluminación madrileña brilla mucho más que la alemana. El caso más llamativo es el de Valencia. La ciudad europea con mayor gasto en iluminación por habitante. Pero pueden ser poco productivas.

Farolas que iluminan el cielo y no el suelo o la especulación urbanística influyen en la poca productividad. Para Alejandro, pensar siempre en una iluminación eficiente e inteligente es la mejor solución para ahorrar energía.