Las dificultades para acceder a una vivienda en España, tanto de alquiler como de la compra, son reales y tienen consecuencias en todas las edades. Sin embargo, su impacto es especialmente preocupante entre los jóvenes españoles de entre 18 y 34 años: el 64,5% de ellos siguen viviendo con sus padres.

Y es que la vivienda exprime el presupuesto de muchos hogares. De hecho, destinan de media más del 39,2% al pago de su casa, según datos del Banco de España, que añaden que es el mayor esfuerzo que dedican las familias al pago de su vivienda desde 2011. Los expertos siempre recuerdan que no debemos dedicar más del 30% de nuestro sueldo a pagar una casa.

Este panorama se debe a la subida de los tipos de interés, pero también del alquiler que se ha incrementado un 12,2% de media en el primer trimestre del año, 12,6 euros por metro cuadrado, según Idealista. En ciudades como Valencia, la subida interanual es de más del 19%.

La tendencia es similar en la compra de la vivienda, que ha subido un 7% en el último año. El metro cuadrado de media está en 2.079 euros en el mes de marzo, pero solo 36 euros menos del máximo histórico que fue en junio del año 2007. Esa es la media en España, pero, por ejemplo, en Baleares el metro cuadrado está al doble, situándose en 4.200 euros el metro cuadrado.

Este encarecimiento de la vivienda tiene consecuencias muy llamativas. Una de ellas es la relacionada con la emancipación de los jóvenes. Según Eurostat, el 64,5% de los jóvenes entre 18 y 34 años en España viven todavía con sus padres. Mientras, la media europea se sitúa en el 49,4%, muy por debajo de la nacional. Signos que muestran el problema que hay actualmente con la vivienda en nuestro país.