El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista para este viernes es de 229,20 euros/MWh, un 25,88% menos que la jornada anterior, cuando se situaba en un récord histórico de 288,53 euros/megavatio hora (MWh), con picos en algunos momentos de 300 euros/MWH.

Sin embargo, hoy es la quinta vez que el precio de la luz supera la barrera de los 200 euros/MWh, que sobrepasó por primera vez el pasado 1 de octubre, un mes en el que en los ocho primeros días ha marcado ya tres récords históricos.

Con la bajada de este viernes se pone fin a una racha alcista que comenzó el 1 de octubre, cuando el precio medio de la luz fue de 216,91 euros/MWh, y que continuó el 5 de octubre con una subida hasta los 203,68 euros/MWh, siguió ayer con 228,59 euros/MWh y que hoy se ha disparado hasta los 288,53 euros/MWhó.

Por franjas horarias, la electricidad será hoy más cara entre las 21:00 y las 22:00 horas, cuando llegar a los 290 euros/MWh; y más barata entre las 16:00 y las 17:00 horas, cuando esta a 188,6 euros/MWh, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE).

El precio de la luz es casi 5,5 veces más caro que el que había el mismo día del año pasado, cuando fue de 41,97 euros/MWh; y casi siete veces superior al del 7 de octubre de 2019, cuando estaba a 33,8 euros/MWh de media.

Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada o PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirve de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.

En el caso del PVPC, el peso del precio de la electricidad en el mercado mayorista en la factura es de un 24%, correspondiendo el resto a los peajes y cargos que sufragan costes del sistema y de las políticas energéticas, y a impuestos, como el IVA o el impuesto a la electricidad, que el Gobierno ha rebajado para intentar paliar el impacto de los altos precios del pool en la factura de estos consumidores.

La escalada de precios que afecta a gran parte de Europa se debe, entre otros factores, al encarecimiento del gas en los mercados internacionales, que se emplea en las centrales de ciclo combinado y que marcan el precio del mercado en la mayoría de las horas, y el aumento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2).