Hacía siete años que el precio de la gasolina y del diésel no estaba tan alto. Los carburantes han experimentado una subida de hasta un 0,72% respecto a la semana pasada, alcanzando máximos anuales con su séptima alza consecutiva.

El precio llega a alcanzar los 1,4 euros por litro en el caso de la gasolina. Habría que remontarse hasta octubre de 2014 para ver unas cifras similares, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

El gasóleo, por su parte, también registra un notable repunte en su precio del 0,72%, llegando a los 1,262 euros por litro, algo que no veíamos desde noviembre de 2018.

Y es que, en lo que llevamos de año, el precio de la gasolina ha subido un 16,7%, mientras que el del gasóleo, en similar medida, se queda en un 16,3%. El gran cambio viene cuando comparamos con las cifras de hace un año, cuando vivíamos el verano de la desescalada por la pandemia de coronavirus.

50 céntimos de subida en una semana

En 2020, debido al contexto pandémico, los precios se desplomaron. Ahora, echar gasolina en nuestro vehículo es hasta un 20% más caro, y echar gasóleo supone un 19,5% más en la factura.

Hablamos de subidas notables que repercuten en nuestro bolsillo. Llenar un depósito de 50 litros con gasolina a 1,2 euros el litro cuesta 60 euros, mientas que a 1,4 euros el litro, supone 70 euros, una diferencia de 10 euros de repostaje. En una semana, ese precio se ha incrementado en 50 céntimos de media por depósito.

Sin embargo, España sigue por detrás de la media de la Unión Europea, donde la media está en 1,532 euros el litro en el caso de la gasolina y de 1,368 en el caso del diésel.