La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha incrementado dos décimas su previsión del crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España para 2021, hasta situarse en el 5,9%, mientras que el organismo presidido por Angel Gurría también ha elevado su pronóstico para 2022, cuando anticipa una expansión del 6,3%, frente al 4,8% previsto anteriormente.

En su estudio económico de España, la OCDE proyecta que el PIB se recuperará a partir de la segunda mitad de 2021, ya que el despliegue gradual de las vacunas permitirá liberar la demanda acumulada, mientras que el turismo se recupera gradualmente y el plan nacional de recuperación impulsa la demanda. No obstante, también subraya la elevada incertidumbre que rodea estas perspectivas.

El fuerte rebote del crecimiento de España anticipado por la OCDE para este año y el que viene llegan después de que en 2020 registrara "una recesión económica sin precedentes a causa de la pandemia", que se tradujo en una contracción del 10,8% del PIB, como reflejo de las estrictas medidas para contener la propagación del coronavirus y de las características estructurales que incrementaron la vulnerabilidad de la economía española, incluyendo la importancia del turismo, la alta prevalencia de pymes y el uso generalizado de contratos temporales.

Riesgos si no se aumentan las medidas de apoyo

A este respecto, advierte de que, si bien la demanda interna puede ser más fuerte de lo esperado, un posible aumento de las insolvencias una vez que se retiren las medidas de apoyo representa un fuerte riesgo a la baja y puede incrementar los préstamos morosos.

De este modo, la OCDE destaca la respuesta "rápida y eficaz" de la política fiscal a la crisis y señala la necesidad de mantener las políticas de apoyo hasta que la recuperación esté consolidada, aunque insiste en que estas deberán estar más focalizadas.

Asimismo, considera preciso ejecutar sin demora las ayudas directas anunciadas recientemente para empresas que atraviesan dificultades financieras exclusivamente por la Covid-19, pero que tienen muchas posibilidades de volver a ser rentables en el futuro.

"La reestructuración rápida de empresas viables con problemas temporales puede evitar su liquidación injustificada, y debe facilitarse en el ámbito extrajudicial para evitar que los procedimientos se demoren", recomienda.