La jubilación forzosa se eliminó con la última reforma laboral para ahorrarse pensiones en un momento de crisis. Ahora, el presidente del Gobierno quiere recuperarla.
Los sindicatos están de acuerdo en que un empresario pueda obligar a un empleado a jubilarse a los 65 años, porque así se reduciría el enorme paro juvenil del 33%. "Por esperar más tiempo no van a mejorar su pensión", afirma Pepe Álvarez, secretario general de UGT.
La Patronal también lo ve bien, al ahorrase costes, y los economistas consultados lo ven factible porque en España hay muchos empleos donde la experiencia no es determinante.
En la agenda laboral de Pedro Sánchez también está reducir la maraña actual de contratos a sólo tres tipos: indefinido, temporal y de formación. A Podemos le gusta la idea, siempre y cuándo se cuiden los contratos temporales.
Otra de las medidas que propone Sánchez es un registro de la jornada laboral.