Aunque Joe Biden asegura que la crisis se ha calmado y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sostiene que el sistema bancario de Estados Unidos es "sólido", sus mensajes de confianza no logran calmar las aguas en el sector bancario internacional.

"Lo que estamos viviendo es un pánico bancario clásico", afirma el profesor Javier Díaz-Giménez. "La mayor parte de las entidades ha visto cómo los propietarios de sus acciones decidían deshacerse de ellas", señala el economista, que explica que, cuando esto ocurre, "las primeras afectadas son las entidades que ya tienen problemas".

En este contexto, el gigante bancario UBS puja por uno de esos bancos que ya arrastraban problemas, el Credit Suisse, que ha perdido esta semana un 30% de su valor, a pesar de la inyección de 50.000 millones del Banco Central Suizo.

"Hay que compararlo con cómo se salvo en marzo de 2008 al banco Bear Stearns", afirma el analista financiero Juan Ignacio Crespo, que recuerda que "lo compró JP Morgan". Un hecho que el estadístico define como "el primer acto del drama", al que siguió en septiembre "el segundo acto, que fue la quiebra de Lehman Brothers y la crisis financiera". "Ahora estamos en el primer acto y vamos a ver si no hay segundo acto", advierte.

Según el 'Wall Street Journal', hay 186 bancos en Estados Unidos en riesgo. Las acciones del First Republic Bankhan caído casi un 87% en 10 días, a pesar de los 30.000 millones inyectados por la gran banca estadounidense. "Para hacernos una idea de lo rápido que va la retirada de depósitos, al banco de Silicon Valley le retiraron en un solo día el doble que le retiraron al Washington Mutual durante dos semanas antes de que quebrara en 2008", ilustra Crespo.

Una semana de terremotos financieros en la que el Banco Central Europeo ha subido medio punto los tipos de interés. Una decisión que Díaz Giménez interpreta así: "Lo ha anunciado tanto que, si ahora no cumplo mi anuncio, voy a dar una señal de que las cosas están peor de lo que están".

En España, las acciones de los principales bancos han caído entre un 14 y un 25% en solo ocho días. En total, ya se han dejado en bolsa 30.000 millones de euros.