La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado su previsión de crecimiento económico para España durante 2023 desde el 2,3% augurado hace tan solo un mes, hasta el 2,5%.

Por otro lado, ha rebajado su proyección para 2024 desde el 1,9% hasta el 1,5%. Así se recoge en su última revisión periódica sobre la economía española, que mantiene sus estimaciones de inflación y proyecta así que el índice de precios de consumo (IPC) caerá desde el 8,5% promediado en 2022 hasta el 3,5% este año.

En 2024, sin embargo, repuntaría y se situaría en el 3,7% tras el fin de las rebajas fiscales aprobadas por el Gobierno para abaratar el precio de la energía y los alimentos. La mejora de la previsión de crecimiento del PIB para este año se explica en la última revisión del Instituto Nacional de Estadística (INE), que hace un mes corrigió al alza en tres décimas el crecimiento del PIB español de 2022 respecto a 2021, desde el 5,5% al 5,8%, y mejoró en nueve décimas el de 2021, hasta el 6,4%.

Con ello, mejora incluso el último augurio del Gobierno, que en el plan presupuestario remitido a Bruselas habla de una expansión del 2,4%. También es más optimista que el Fondo Monetario Internacional (FMI) -2,4%- así como el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –2,3% los tres– y la Comisión Europea –2,2%–.

No obstante, las malas noticias llegan de cara a 2024. La OCDE prevé que la demanda interna moderará su ritmo después de un gran 2023, sobre todo por los elevados tipos de interés y la inflación. Sin embargo, "seguirá siendo el principal motor del crecimiento" por la "debilitación" del sector exterior.

El consumo y la inversión privados crecerán así "con menor vigor", lo que obliga a la OCDE a reducir su estimación en cuatro décimas y situarla en el 1,5%. Esta cifra se aleja mucho de la que el Ejecutivo incluyó en cuadro macroeconómico del para 2024, cuando cree que la economía española crecerá un 2%. De hecho, la previsión de la OCDE es de las más pesimista, ya que, Bruselas habla de un 1,9%, el Banco de España la sitúa en el 1,8% y el FMI la deja en el 1,7%.

Pero todos estos cálculos dependerán del desarrollo de los conflictos geopolíticos –que podrían derivar en nuevas presiones inflacionistas– y el desarrollo del Plan de Recuperación. Si los fondos europeos tienen una implementación "lenta", advierte la OCDE, el frenazo económico puede ser más intenso de lo esperado. Sin embargo, el PIB podría crecer en mayor medida si el Gobierno protagoniza una ejecución "más rápida y eficiente".