Basta con ir al supermercado y ver los precios para poder hacer un diagnóstico: en solo un año, los alimentos se han encarecido más de un 16% de media. La pregunta, hasta hace unas semanas, era si ya habían tocado techo, pero la respuesta que dan hoy los agricultores y los ganaderos es desalentadora y muy clara: todavía no.

Y es que la sequía empujará la inflación. Hemos consultado a varios trabajadores del sector agrícola y todos coinciden en que la falta de agua va a provocar que tengan que limitar su producción. En algunos casos, comoel arroz de la cuenca del Guadalquivir, ya han sido sentenciados. No tendrán autorización para regar si no llueve antes del 15 de mayo.

Además del arroz, los agricultores ya enumeran qué productos van a verse encarecidos: hablan del tomate, el pimiento, la zanahoria o el brócoli, entre otros productos de la huerta. Cristóbal Cano, portavoz de la asociación UPA-Andalucía, dice que son "conscientes" de que sus productos "serán más caros en los supermercados porque llegará bastante menos cantidad".

Martí Costal es también agricultor y forma parte de la organización JARC de Cataluña. Su negocio se basa en varios tipos de fruta y verdura y ahora está echando cuentas para decidir a qué cultivos tendrá que renunciar por las restricciones de agua que ya sufre. "Tengo una dotación de 3.500 metros cúbicos por hectárea y para mi plantación de manzanas necesito unos 5.000 metros cúbicos", comenta, señalando a una zona totalmente seca de sus tierras.

Los especuladores "hacen de las suyas"

Algunos productos todavía no se han comenzado a cultivar o a recoger pero ya empiezan a moverse los precios. Los agricultores creen que las malas noticias sobre la sequía y la escasez de agua están haciendo que "la especulación haga de las suyas". Por eso, piden a las Administraciones que trabajen juntas para evitar esos tejemanejes de algunas distribuidoras.

Los ganaderos sufren la falta de agua

Antonio Molina es ganadero en la localidad de Caravaca de la Cruz. Lleva años dedicado al sector ovino y caprino y también la sequía está haciendo estragos en su negocio. Ha tenido que deshacerse de la mayoría de cabezas de su ganado y las 300 que le quedan, las ha puesto a la venta. "Si hace tres años hubiera sabido que esto, no habría comprado tantas", lamenta.

Es solo un ejemplo de esta complicada situación. En Murcia, en lo que va de año, más de 50 granjas han echado el cierre. Se calcula que se han perdido cerca de 28.000 cabezas. Si la sequía no da una tregua y no llueve en lo que queda de abril, ni tampoco en mayo, dicen que están perdidos.