La Agencia Tributaria no ha puesto en marcha una campaña para controlar la fiscalidad de las bodas ni está investigando a los novios para saber si han tributado por los regalos recibidos.

Según explica el jefe de Bolsillo de Más Vale Tarde, Luis Sanabria, Hacienda considera los regalos de boda, tanto físicos como el dinero en metálico o ingresado en la cuenta de los recién casados, como donativos.

Esto supone que, legalmente, ese dinero debería declararse al mes siguiente de recibirlos, pero lo cierto es que el fisco "hace la vista gorda" porque, en general, se trata de cantidades pequeñas que no suponen un problema para la actividad recaudatoria.

En cambio, la Agencia sí revisa las transferencias de más de 3.000 euros y los movimientos de billetes de 500. Por tanto, las alarmas de Hacienda sí saltan si recibimos un ingreso mayor de esta cantidad o un sobre con un billete de este tamaño.

En definitiva, aunque debe controlar las donaciones en metálico, en cantidades pequeñas Hacienda no las vigila. Por tanto, en una boda 'normal', donde es improbable que se reciban cantidades más elevadas, los novios pueden estar tranquilos.

Por otra parte, la Agencia Tributaria sí controla los gastos de la celebración para que no haya pagos 'en B', pero no es a los contrayentes a quienes vigila, sino a las empresas que suministran servicios como las flores, el banquete o la música.

Por ello, se recomienda conservar las facturasde estos servicios, porque Hacienda puede requerirlas en los siguientes cuatro años si está investigando al proveedor, para revisar que esa relación contractual incluyera el IVA y esté dentro de la legalidad.